top of page

Volando voy, ahorita vengo,

por el camino yo me entrengo

  

6:30 horas de la mañana, el chaval del mostrador de facturación del vuelo se resuelve aún más alegre y animado al comprobar mi itinerario. Supongo que, si estuviera en su lugar, me alegraría saber que se puede volar hasta USA desde una ciudad como Alicante. Le pregunto si he de facturar nuevamente el equipaje en Oslo o llega directamente a Miami. –Déjeme comprobarlo, seguramente se lo pueda decir. Umm, no debe preocuparse por su equipaje hasta Fort Lauderdale, caballero. ¿Me puede indicar dónde se va alojar usted en Florida? El sistema lo pregunta en los viajes con destino a los EE.UU. A ver…dos horas y media por aquí y ocho, nueve horas y media hasta Florida…va a estar más de doce horas volando, señor.

 – Ya, no me lo recuerdes… y con el transfer de por medio, todo el día de viaje con cuatro, cinco horas de jet lag…va a ser un día completito.

    Es en el 1550 de Collins Avenue de Miami Beach.

 –Qué tenga un buen viaje, señor.

Se despidió de mí el amable auxiliar de tierra con una sincera sonrisa.

 

Nuevamente en Noruega y nuevamente la misma sensación: parece ser que sólo atienden a una única forma de hacer las cosas, la suya, y dan por hecho que además es la correcta. Por ahí resultan un tanto cuadriculados, aunque más bien puede que responda a su histórico aislamiento geográfico, la distribución rural del territorio y a un característico y malentendido elitismo luterano, supongo.

 

Una vez pasados todos los controles y puertas de no retorno pasamos a la zona internacional, pasando el control de aduanas previo, claro. El ambiente es análogo al que conocí en su día en el Fraport de Frankfurt, pero aquí es más blanco, la latitud se manifiesta por ese lado. No obstante, si en el de Alemania se apreciaba como la inmigración turca ocupaba únicamente los puestos auxiliares y de restauración en el de Gardermoen el color de la inmigración política, proveniente en su mayoría de Oriente Medio, se muestra únicamente en los empleos auxiliares, la restauración es ocupada por una juventud autóctona, mayoritariamente femenina.

 

La corona danesa está cara y los precios del aeropuerto también: muchas coronas para poca cosa. Opto por no cambiar y ver qué comida sirven en el vuelo.

 

Nuevamente, he vuelto a tener suerte con el tiempo veraniego noruego pues la clara luz del día se filtra a través de un cielo velazqueño para penetrar los muros cortina, iluminando la sala de embarque. La visibilidad del día permite ver el espeso y característico bosque conífero que se levanta en el mismo punto donde la intervención humana cesa.

Noruega: naturaleza bruta y tecnología punta cohabitando al unísono.

 

La espera será larga, llegado el momento, daré inicio a mi habitual juego de adivinar la procedencia de la gente que aparece en escena.

 

La presencia del pasaje yanqui se empieza a sentir. Abiertos, ruidosos, dicharacheros…el mundo es suyo y Europa puede parecerles la puerta de al lado. Su escala de la medida de las cosas difiere a la nuestra. Esto último me tranquiliza, ahora me siento más confiado, pues mi sobredimensionado equipaje de mano ha pasado hasta ahora todos los controles y viendo el de ellos ha de pasar los siguientes que vengan y Norwegian no es Racanair. También se escucha español de una familia mejicana en compañía de un futurible yerno yanqui por lo que el inglés americanizado se va mezclando con el español en función del nivel lingüístico de cada uno de los miembros de la familia. Pocas palabras van a poder cruzar el yerno con la suegra y la suegra con el yerno, no obstante, la familia tiene asumida que en presencia del yanqui se habla en yanqui.

 

El último vuelo de esta sala es a las 19:10 y sólo cuatro más saldrán desde las 18 horas y salvo uno que parte a Estambul el resto vuelan en torno al Mar del Norte y no entiendo la razón por la que vuelan desde esta sala…el caso es que a eso de las 20 horas esto estará ya prácticamente cerrado. Igualito que de donde vengo…

 

De vez en cuando aparece una belleza nórdica […] otra belleza nórdica […] empiezan a acumularse la ninfas nórdicas…En ocasiones muestran curiosidad por lo mediterráneo. Sólo curiosidad. Da comienzo el embarque, la fila se forma, momento de detectar españoles e italianos, efectivamente, tres mochileros ibéricos se abren paso sigilosamente entre la aún improvisada fila.

 

Bueno bueno con el Dreamliner de la low-cost de Norwegian. ¡De low-cost sólo el precio, señores!. ¿Alguien se extrañaba?, pues que esperabais, son noruegos. Espacios amplios entre filas de asientos, ventana con regulación de luz de entrada, pantalla táctil frontal con información personalizable del vuelo, servicio de snack-bar con lector de tarjeta, visualización de múltiples pelís, discos y cabina de pasajeros en configuración de doble pasillo de 3x3x3 asientos por fila de asientos, amplios y confortables.

 

Los tripulantes de cabina de pasajeros, TCP, son una mezcla variopinta. De sobrecargo tenemos a una cachonda de rasgos semitas, se agradece su desenvoltura y precisión, hace la vida agradable en cabina y además sabe improvisar sobre la marcha. ¡Increíble!. Desde luego, el sobrecargo no iba a ser el pimpollo homosexual entrado en años que denota su inclinación desde lontananza en su manera de desfilar por el pasillo, en la proximidad, por su preocupación enfermiza y exquisita de corregirse el atuendo y, en general,  por su excesiva atención en las formas. El infeliz, está lleno de prejuicios y no le terminan de hacer demasiado caso sus compañeros, si bien no resulta impertinente, por cualquier cosa pone ojos de sorpresa a sus compañeros. La sobrecargo le encomienda a las cuatro pasajeros y medio que ocupan la primera clase, que de seguro serán muy bien atendidos, y la multitudinaria clase turista para el resto del personal.

 

La esquiva suerte nos acompaña y el asiento central queda libre y el correspondiente al pasillo lo viene a ocupar un joven autóctono noruego oriundo de Kristiansand que es más largo que un día sin pan y bastante campechano el hombre. Eligió el pasillo para poder estirar las piernas. El motivo de su viaje no desentona mucho a lo esperable en un noruego…ha quedado con un par de amigos en New Orleans para disfrutar del buen tiempo y correrse una juerga bien padre. Sol y alcohol. ¡Vaya novedad! Está en la edad, pese a su envergadura, debe rondar los veintiuno y supongo que una buena juerga con sol y alcohol debe ser preceptivo ante la inmediatez de la penumbra y el invierno. No obstante, el bribón, ya debe pensar en el crudo invierno pues habiéndome confesado que no había estado por la piel de toro me pregunta si las Canarias están en España. Tan españolas que Colón las utilizó ya como puerto del mismo reino en su expedición que le llevó a descubrir América. Obviamente, en su excelso conocimiento humanístico, no dudó en espetarme que fueron sus antepasados allá por el s.XII ó XII los que ya estuvieron allí cosa que le puse en duda en el sentido que más bien fueron los islandeses y si bien es cierto que si ellos fueron los primeros en llegar los primeros en conquistar dichas tierras fueron los españoles. Y ahí ya no ha podido nada más que asentir con la cabeza…

 

Vamos en dirección Bergen y se alcanza a divisar las nieves perpetuas que hay en la cordillera entre Oslo y Bergen. El noruego, cuyo nombre no pregunté, me comenta que ha sido un verano frío y que en invierno nevó mucho llegándose a acumular hasta ocho metros de altura,  por lo que me aclara que la nieve que estoy viendo no es lo habitual.

 

Se aprecia claramente como los pilotos están trazando una ruta aérea que buscan como baliza de referencia visual los elementos terrestres, ahora vamos hacia las islas Feroe. Todavía hay luz y la seguirá habiendo, estamos navegando hacia el oeste en un prolongado atardecer. Aún lado la cresta de Escocia y al otro Islandia y allí en frente...

 

Un manto de nubes cubre la superficie de Islandia y no permite apreciarla, lástima.

Volamos a 36.000 pies de altura y desde el cockpit todavía no ha habido ni un solo momento en el que sólo se viese agua. Desde mi lado de la nave todo es agua, apabulla. Agua, agua y más agua.

 

Ha venido Peggy, la del chándal, gafas, móvil rosa y las uñas color salmón. ¿Qué Peggy?. El vivo retrato perfecto de la rosácea cerdita de los teleñecos hecha carne. Ha venido a ocupar el asiento libre de en medio, por cortesía del azafato egipcio de ojos almendrados ya referido. Sólo le falta el rímel. Parece que a Peggy la rosa se le hacía muy duro las seis horas de viaje que quedan sin una pantalla frontal operativa y nos la han adjudicado. Mientras tanto, sirven la comida. El noruego nos ha salido austero y ha traído consigo su propia comida consistente en un mini bocadillo y dos hermosas naranjas españolas de exportación. Le he ofrecido el cuchillo de plástico del menú pero ha preferido morderlas…A diferencia de Peggy, nuestro noruego es capaz de pasar el rato con un crucigrama que se ha traído.

 

Sobrevolamos la punta sur de Groenlandia y simplemente resulta sorprendente por más veces que uno la haya visto en vídeos, en fotos o en el soporte que sea…hay que verla para hacerse una pequeña idea de lo que es. Y eso que es sólo la punta. Eso que hay ahí junto a la costa son icebergs. ¡Impresionante!

 

¡Menudo garbo tiene Peggy con la American Express! 38.000 pies. El morro, además de fino…caprichos: fruta cortada y brownies. La carita de muppet resulta que también nos ha salido curiosa y me pregunta que cuál es el motivo de que escriba.

– Es para mí web-blog.

Pero claro, no le digo que le estoy dedicando unos renglones… Se resuelve a preguntar si me dedico a escribir. Me rio.

– Sólo es por hobby, no busco dinero en ello.

Observo que detrás de sus gafas de pasta rosa se esconden unos ojos claros expresivos y picarones. Tiene voz de pija pero sin acento. Supongo que su bolso negro de Prada contesta algunas cosas…debe ser lo único que no es rosa en su ajuar del viaje. Recuerda que ella hace años escribía pero que desde que existe el iphone, ¡pues claro!, todo son tips. Debe ser cierto, pues me muestra su mano derecha y tanto su dedo corazón como índice manifiestan síntomas de haber realizado horas de escritura analógica. Nos reímos. ¡Qué fresa nos ha salido la chica!

 

Ahora el avión va siguiendo el litoral de la costa este del Nuevo Mundo y así será hasta Miami. ¡Ya estamos en América! A partir de ahora la tarde se nos echará encima, nuestro rumbo ha de virar en dirección sur. La luna lleva ya un rato acompañándonos a lo largo del viaje. Los pilotos están navegando sin haber perdido en ningún momento contacto visual terrestre. Entiendo que no es la ruta ni la más rápida, ni la más directa, ni la que menos queroseno emplee, pero desde luego, más panorámica no puede ser y en tardes despejadas y tranquilas como la de hoy los pilotos deben de gozarla al navegar a base de referencias visuales, sin apenas aparamenta.

 

Desde el aire, la costa canadiense parece guardar similitudes respecto a la cuenca báltica: salpicón de charcos y charquines sobre un manto forestal de un oscuro verde y nieve en las zonas relieve.

 

Estamos sobrevolando N.Y. por el oeste. Geográficamente hablando, se ubica en una posición privilegiada. Los holandeses supieron elegir la manzana. Aunque ninguna de las fotos me ha salido buena, sus formas a 40.000 pies de altitud se distinguen claramente: la rugosidad del downtown, su Central Park, el Empire State, los ríos Hudson y East, las torres y tablero del puente colgante de Verranzo-Narrows, incluso buques de gran escala, Staten Island, Brooklyn, N.J. y lo que viene a ser su conurbanización metroploitana. No obstante, la proporción y esbeltez de Central Park respecto a Manhattan me ha sorprendido. No me esperaba tal mancha verde. La tan cacareada y manida conurbanización que se extiende desde Boston hasta Washington no termina de apreciarse de día, es más, la vegetación abunda incluso en las cercanías de N.Y y N.J. No apabulla, vamos. Al anochecer o durante noche debe ser más notorio con las luces encendidas. Por otro lado, sí resulta cierto que se aprecia un territorio intervenido por la acción humana y una abundante parcelación de las tierras. El tráfico aéreo se vuelve intenso e incluso próximo, pero eso ya lo he visto sobrevolando Frankfurt. Están siendo varias las sorpresas inesperadas a lo largo de este viaje. Muchas cosas en poco tiempo.

 

Desde N.Y. el reloj de a bordo marca dos horas y media a destino. El vuelo, incluso con todas estas experiencias se hace pesado y duradero. No obstante y en un momento ya hemos sobrevolado Washington D.C. y estamos sobrevolando la bahía de Chesapeake. Poco más tarde descendemos en aproximación a Miami.

 

Nada más aterrizar un coche policía  acompaña al convoy de autobuses que nos llevará al control de aduanas.

Estamos en agosto y la bofetada de un aire realmente cálido, húmedo y asfixiante nos da la bienvenida a Florida.

En el control de aduanas dividen a las personas en tres grupos: los estadounidenses por un lado, fila corta y rápida; los europeos y países con acuerdos análogos al ESTA, fila larga y ligera; y el resto de mundo, mejicanos incluidos, en el que la fila empieza por no ser larga pero según avanza el tiempo se va haciendo más y más larga pues a este último grupo es al que más atención le dedican pero con muchos menos efectivos. Mientras tanto, la megafonía realiza mensajes tanto en inglés como en español. El primero de los oficiales en atenderme ha de soportar llevar con resignación su apellido sin virgulilla pues en su identificación nada más pone Pena. Me dirijo a él directamente en castellano y a parte de la atención que le produce mis característicos rasgos sólo alcanza a preguntarme con cierta curiosidad lo que voy hacer en México y si soy realmente español.

– Sí. Exactamente de la única ciudad en el mundo en que se acentúan todas sus vocales.

Obviamente esto último no lo dije pero bien que remarque, en esta ocasión,  el acento mañico.

Una vez recogido el equipaje la operación se vuelve a repetir, ahora el agente es Sanchéz.

 

Bienvenidos a Florida, el inglés es optativo.

El inicio del rumbo al Nuevo Mundo.

El inicio del rumbo al Nuevo Mundo.

La estación del AVE de Cuenca "Fernando Zóbel" lleva el nombre del pintor abstracto y fundador del "Museo de arte abstracto de Cuenca" ubicado en las mismísimas "casas colgadas". La estación fue terminada en 2010.

Aeropuerto de Alicante "El Altet"

Aeropuerto de Alicante "El Altet"

La nueva área terminal de Alicante, NAT, está realizada por 40 cúpulas como esta de 36x36 metros a 23 metros de altura y exterior de chapa de zinc. El óculo central es de 6 metros de diámtero con apertura automática en caso de incendio. Construido en 2002 por Bruce Fairbanks, de GOP Oficina de Proyectos.

A USA via Oslo "Gardermoen"

A USA via Oslo "Gardermoen"

El nuevo y aún no terminado aeropuerto de Gardemoen, 2008-17, realizado por "Nordic", cobija a sus pasajeros bajo su ala como si de una protectora ave se tratase...pero ¡qué precios, "mama mía"! Nótese que el aeropuerto es una obra realizada a lo largo de toda la crisis que aún colea. ¿Crisis? Quién dijo crisis, los fondos soberanos noruegos se cubren a corto y a largo plazo. Es complicado que sufran volatilidad y los beneficios van a parar al erario público. ¡Pues toma aeropuerto!.

Islas Feroe

Islas Feroe

A medio camino entre Escocia e islandia.

Greenland I

Greenland I

Greenland II

Greenland II

Greenland III

Greenland III

Así nacen los iceberg de Groenlandia.

Canadá.

Canadá.

Vista aérea típica del paisaje rural de la península del Labrador.

New York.

New York.

Podéis ver Manhattan?

Miami Beach al fondo

Miami Beach al fondo

El aeropuerto de Fort Lauderdale se encuentra al norte de Miami Beach por lo que habrá que llegar hasta el fondo de la imagen para descansar ya de una vez.

Aproximación a Fort Lauderdale I

Aproximación a Fort Lauderdale I

La retícula con sus largas avenidas son ,conceptualmente, infinitas

Aproximación a Fort Lauderdale II.

Aproximación a Fort Lauderdale II.

El agua alrededor de las viviendas hacen las urbanizaciones más impenetrables y exclusivas. Me pregunto que sucederá con los mosquitos. Supongo que el agua será salina.

Aeropuerto de Miami "MIA"

Aeropuerto de Miami "MIA"

Rumbo al D.F.

Cayo de Florida.

Cayo de Florida.

Durante más de 200 kilómetros la carretera va uniendo cada una de las islas con el continente.

T2 del aeropuerto  de D.F

T2 del aeropuerto de D.F

La terminal dos del aeropuerto internacional de México D.F. "Benito Juárez" fue terminada en 2007 y realizado por "Serrano arquitectos"

SI QUIERES UTILIZAR ÉSTE TEXTO PERTENECIENTE AL AUTOR DE LaVidaEnRuta, NO OLVIDES CITARLO DEL SIGUIENTE MODO:

Martínez Benito, Eduardo. Volando voy, ahorita vengo, por el camino yo me entretengo (12 de octubre de 2015) LaVidaEnRuta. Recuperado de:

http://lavidaenruta.wixsite.com/lver/relato-2/ [Consulta: fecha en que hayas accedido a esta entrada]

bottom of page